El
mensaje está claro: para Lorraine el mundo es un surrealista baile de máscaras
y lo vuelve a confirmar, ejemplarmente, en este conjunto de narraciones cuyo
motivo único y central es el de la vivencia de la máscara en cualquier aspecto
de la realidad cotidiana o marginal.
Ya
he dicho que Lorraine no me parece un escritor notable. Llama la atención su
especialización literaria. Del mismo modo que existe la literatura erótica, la
de ciencia ficción, o la novela dramática, Lorraine nos ofrece la singularidad
de su género, desde la que, sordamente, como todo artista, articula su protesta
e imaginariamente instala su hogar: todo decadentismo es una suerte de
fatalismo voluptuoso. Y Lorraine nos dice que él entiende el mundo de esta
manera, porque a fin de cuentas a donde el mundo real tiende es a los extremos
inconfesados y peligrosamente periféricos.
Diario de la mirada es un volumen menos analizable que el de Lorraine, a pesar de su vibrante materia, pues ya es todo él un conjunto seriado de observaciones sobre un acto tan soberano y discriminatorio como el mirar.
La
etiqueta de singularidad intelectual nos la ofrece la autoría – Bernard Nöel -de estas anotaciones: no
son las de un psicólogo, ni las de un filósofo de las sensaciones o un
neurobiólogo, sino las de un poeta. Para mí, al menos, esto añade un plus de
interés y de emoción, pues quien reflexiona lo hace dese su sensibilidad y
capacidad imaginativa, y no desde la posición determinada de un técnico o
especialista. Así pues, aquí la libertad especulativa vuela en fragmentos
complejos y aforismos curiosos. Y lo procura hacer Noel es, antes que un desglose
conceptual sobre lo que significa mirar, ubicarnos en las líneas de arranque de
un proceso tan crucial y tan cotidiano.
Mirar
es, latamente, discernir, y todo mirar despliega una perspectiva. A partir de
saquí todos los detalles y sutilezas se suman para intentar saber y definir qué
implica el mirar, qué funciones cognoscitivas pone en juego y dependen de la
acción de mirar.
Mirar
y escribir son dos operaciones intelectivas de carácter sinónimo, consecuente una con respecto a la otra.
Recorrer un espacio con la mirada, quiere decir que voy registrando los
componentes concretos de un espacio, así como los detalles de tales componentes,
integrando en imágenes lo que es una síntesis de lo percibido. En definitiva, me
hago consciente de la clase de objetos que llenan y ocupan el espacio, convirtiendo
a este en una relación descrita de tales
objetos. Si al escribir edifico una memoria, qué es lo que en realidad registro
para tal acontecer: listas netas de cosas, representaciones, conjuntos de
sensaciones e impresiones, el ahormamiento mental de la idea….
Cuando
escribo también hago un determinado recorrido incipientemente narrativo, acumulo
una relación de hechos o personajes, cuyo destino intento dirimir desde la
mirada misma. El paralelismo entre mirar y escribir se revela aquí como una
operación de selección e identificación, sabiendo que la relevancia de la
imagen precisa aclaraciones de su génesis.
Todas
las incidencias, implícitas y explicitas,
que el acto de mirar supone,
retan en el texto de Bernard Noel, al poder de una escritura inmediata y
virtuosa a reproducir en su lenguaje tales evoluciones.
Noel,
más que explicar directamente la naturaleza del mirar, describe, pues, sus evoluciones, aplicadas sobre cualquier
medio y circunstancia, con la idea de acotar las motivaciones y su alcance
espacio-conceptual.
Mirar
es ubicarse frente a un objeto o conjunto de ellos. Las causas de este ubicarse
para desplegar entonces la mirada profunda, emotiva o lineal, es una de las
mayores preocupaciones de Noel.
Las estrategias que adopta la mirada para emprender un objeto, su idea o sus consecuencias contextuales componen el eje fundamental de la reflexión sobre el mirar, pues es aquí donde se efectúa la convergencia de la identificación conceptual y la percepción espacial. A donde Bernard Nöel quiere llegar es, nada más y nada menos, que a ese instante luminoso, secreto, en el que lo real se convierte imperceptiblemente en visible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario